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En este artículo no os vamos a hablar de ningún pez. Este post está dedicado a un curioso animal que vive en los océanos llamado esponjas de mar. Las esponjas de mar son animales invertebrados. Se encuentran entre los animales más antiguos de la tierra, hace aproximadamente 640 millones de años.
Su característica más representativa es que su cuerpo está formado por poros y canales por los que pasa el agua y les sirve como sistema de alimentación, esta es la manera que tienen de conseguir oxígeno. Como su propio nombre indica, es una esponja, tal como las conocemos, pero con vida.
Las esponjas de mar o poríferos no tienen simetría corporal, excepto alguna especie que presentan simetría radial, es decir, una simetría sencilla en la que se diferencia un extremo corporal oral y otro aboral.
No tienen cerebro ni sistema nervioso central
Viven exclusivamente en medios acuáticos y está englobado dentro de los animales más sencillos que existen pues no tienen auténticos tejidos.
Al no tener verdaderos tejidos, lo que poseen es una gran cantidad de células totipotentes. Estas células pueden convertirse en cualquier tipo de célula que el animal necesite en un momento determinado.
Esto los caracteriza como animales muy versátiles y con una gran capacidad para la regeneración corporal, en caso de pérdida de masa.
Las mayorias de las esponjas tienes la misma forma, siendo un agujero central en la parte superior del cuerpo (ósculo). Su función es bombear el agua que circula por todo el cuerpo. Sus paredes están llenas de poros de distintos tamaños y por ellos circula el agua.
De entre todas sus células, hay una exclusiva de las esponjas marinas, los coanocitos y es que necesitan filtrar el agua salada para poder obtener el alimento y sus células están capacitadas para realizar esa función.
Esas células se componen de un flagelo y microvellosidades, imitando a pelos flexibles para favorecer la circulación del agua.
Las esponjas de mar se alimentan de placton, bacterias de pequeño tamaño y partículas orgánicas que se encuentran en el agua de pequeña dimensión ya que la esponja tiene que lograr filtrarla por sus poros.
Algunas esponjas son capaces de establecer una simbiosis con otros animales marinos, es decir, crear una relación mutua en la que ambos obtienen beneficios.
Por ejemplo, algunos peces pueden usar de escondita a la esponja de mar para huir de sus depredadores y ellos pueden ayudarlas a desplazarse a la vez que están camuflados, ya que la esponja por sí misma no presenta ningún tipo de movimiento.
Las esponjas de mar son unas supervivientes, han tenido que ir adaptándose a diferentes condiciones y aprender a convivir con especies a las que sería imposible vencer. Para luchar contra otras especies depredadoras sintetizan unas sustancias tóxicas hasta que consiguen alejarlas.
Al no tener movimiento, quizás os estéis preguntando como es posible su reproducción ya que además carecen de órganos sexuales.
Gracias a las células totipotentes se puede reproducir de manera asexual, transformando las células de manera apta para la reproducción.
La mayoría de las esponjas son hermafroditas. También puede ser una reproducción sexual pero con fecundación externa.
Es necesaria una fecundación cruzada para poder reproducirse.
Los espermatozoides y los óvulos se desarrollan a partir de los coanocitos. Estos son expulsados al exterior y allí es donde se produce la unión entre dos células.
¿Dónde podemos encontrar a las esponjas de mar? Pues están en casi todos los mares y océanos del mundo pero los sitios más conocidos donde se pueden encontrar es en el Mediterráneo Occidental, el Golfo de México, el Caribe y los mares de Japón.
Pueden vivir a una gran profundidad o de manera más superficial y preferiblemente donde no reciban luz solar escasa.
Las esponjas tiene una admirable capacidad de adaptación incluso llegan a sobrevivir en aguas contaminadas por hidrocarburos, metales u otras sustancias, sin embargo el cambio climático mata a miles de esponjas marinas al año.
Beneficios de las esponjas marinas
Además de ser antisépticas, las esponjas de mar son usadas para el cuidado personal ya que con ellas podemos limpiar nuestra piel a fondo y regenerarla ya que contienen sal y yodo.
Se cree que los egipcios fueron los primeros en utilizar las esponjas marinas como un producto de higiene personal.
En los pueblos del Mediterráneo las usaban en sus campañas militares, los romanos las usaban para beber el agua ya que las esponjas absorben el líquido sin derramarlo ni escurrirse. También ponían esponjas para proteger el cuerpo de las armaduras.
Si decidimos usarlas tenermos que comprobar siempre que se hayan sometido a un amplio control de calidad y que se recojan respetando el ecosistema marino, pues de toda la gran variedad de especies de esponjas que existen, solamente se consideran viables para su comercialización cinco de ellas.
En la actualidad, se investiga la obtención de fármacos con esta especie.