Los peces oyen perfectamente aunque no tengan oído externo ni tímpano. Los peces tienen lo que conocemos como oído interno. Dependiendo de la especie, tienen distintas adaptaciones.
Los órganos de percepción del sonido en los peces incluyen cilios (pelos nerviosos), vejigas, huesecillos, otolitos, acelerómetros y mecanorreceptores en diversas configuraciones. Algunos peces tienen todas estas características, otros sólo una, pero todos los peces respoden al sonido.
En el tiburón, el cazón y demás peces cartilaginosos, el oído interno se comunica con el exterior por un conducto muy fino que sale a la parte alta de la cabeza y que está lleno de un líquido llamado endolinfa, que nosotros tenemos en el laberinto de nuestros oídos.
Además, según un estudio realizado por los Científicos de la Universidad de Bristol en el Reino Unido demuestra que el comportamiento de los peces se altera con el ruido.
El ruido puede llegar a alterar su comportamiento y cometer errores, por ejemplo, a la hora de la alimentación, teniendo consecuencias a largo plazo.
Por lo tanto, evitemos tener el acuario cerca de equipos de música o la televisión ya que podría asustar constantemente a los peces debido a las altas vibraciones.